domingo, 18 de abril de 2010
Jaula...
Ella se siente inquieta, agitada. No tiene ganas de sentarla aquí en la cama, ni redactar su tarea. The bottom of her laptop scalds her bare knee as always, but for once instead of cursing her inadequate scrap of metal and plastic, she half smiles in empathy. At least she’s not alone in her brain-boiling catharsis. La computadora esfuerza a alcanzarla mientras ella cambia su idioma espontáneamente y sin razón. No puede pensar en español ni en ingles, porque su ingles se siente veneno, asesinando sus palabras españoles. Ella trata de aplastar el ingles que zumba y vuele fuera de control dentro de su cráneo. Como moscas, las palabras juegan con ella…traviesas y caprichosas, sabiendo perfectamente lo que hacen. A la vez, su español no viene…está atrapado por la otra, encerrado en algún rincón, ocultado en el fondo de su mente. Siente como si fuera una muda, con letra que implora a alejarse de su cabeza y reventar…libre y fluida, sin intentar. Pero no…ella, en su recamara cargada está detenida—aguada y sudorienta sin palabras de ingles ni español. Algún día, le dice ella—Algún día, voy a soñar, pensar, respirar en español. Algún día sí, aunque no sea hoy.
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